jueves, 12 de junio de 2014

PORCOJONESCRACIA ( Regreso al futuro rey)

Por Manolo Martínez.

Año 2137, España acaba de elegir al 32º Presidente de la República, a través de voto informatizado mediante wassap, aplicación que lleva años consiguiendo que los índices de participación electoral sean del 100%. El flamante presidente republicano ha sorteado entre los votantes dos Viajes en el tiempo. Los ganadores, Froilán y Leonor, dos abueletes de 142 años, han elegido viajar a junio de 2014, año en que, según aseguran ambos, disfrutaban de una vida regada de privilegios sólo por haber heredado el apellido Borbón. Tras 40 minutos metidos en una cápsula hermética, Froilán es el primero en empujar con su mano la tapa que les ha cubierto durante el viaje iniciático. Los dos se incorporan pisando el césped de un jardín que se organiza delante de un majestuoso palacio. Entran, sin ser vistos, en la cocina del servicio dónde un tío con coleta, que está dentro del televisor, repite incansáblemente PODEMOS. El cocinero, los pinches y demás personal del servicio discuten de forma apasionada sobre si ellos tendrán también derecho a aforarse, como al habitador de aquel palacio. Froilán le explica a Leonor que aforarse es poder hacer cosas feas (como cazar elefantes, ganar dinero con facturas falsas, o ponerse pantalones rojos chillones y camisas de cachemir), todo ello, sin que por ninguna de esas tropelías te metan en la cárcel. Tras las explicaciones salen de allí, cogen un autobús y entran en el primer bar que encuentran. Allí escuchan a un señor que dice llevar 3 años parado, y que se queja de no recibir ninguna ayuda por parte del Estado para evitar que le quiten la casa en la que vive con su mujer y dos hijos. El hombre no deja de preguntarse cómo no hay dinero para aliviar a miles de trabajadores que se han quedado en la calle sin indemnización, pero todos los españoles pagan religiosamente más de veinte millones de euros cada año a uno de los 300 hombres más ricos del mundo, cuyo único mérito para acceder a esa posición es haber nacido con un apellido heredado y que, encima, no cumple ninguna función que justifique su permanencia. Alguien le replica que lo que tiene que hacer es votar para que ese despropósito cambie. Froilán y Leonor no salen de su asombro cuando se enteran de que eso no es posible, los españoles no pueden decidir libremente si quieren una Monarquía o una República. Aquella gente de 2014 tenían una monarquía porcojonescracia, que no se trata del coste, que también, sino de que España sea UNA ó VARIAS, GRANDE ó PEQUEÑA, pero LIBRE.

1 comentario:

  1. el arriba firmante12 de junio de 2014, 23:56

    Me produce un cansancio infinito tanta media verdad y tanta flauta con lo de la república, como si (emulando a los independentistas catalanes y vascos) la república (la independencia para aquellos) trajera el bienestar ipso facto. ¿hay que recordar también que si bien el presidente de una república es elegido, puede salir un Bush o un Aznar, o incluso un Miterrand, etc? ¿quien asegura que esa cacareada tercera república sería gobernada por un presidente de izquierdas, e incluso de IU o de Podemos? ¿Y quien asegura también que un expresidente de la III República no cobraría del estado una pensión vitalicia sin hacer nada? ¿Y quien es el incauto que se cree eso de que Monarquía parlamentaria no puede ser también una democracia (como se demuestra perfectamente en la vieja Gran Bretaña, por otra parte)? De mitos se vive bien.

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